El cantante panameño Roberto Blades, el puertorriqueño Jerry Rivera y el nicaragüense Luis Enrique figuraron en el espectáculo previo a la inauguración, esta noche, del Mundial de Beisbol a jugarse en Panamá hasta el 15 de octubre

Con la presencia del presidente panameño Ricardo Martinelli con una camiseta de pelotero-, el titular de la Federación Internacional de Beisbol (FIB), el italiano Ricardo Fraccari, declaró inaugurada la trigésima novena edición del Mundial de Beisbol, lo cual dio paso al partido inaugural entre Panamá y Grecia.

De manera previa, Roberto Blades y la cantante local Erika Ender, vestida con la pollera –el vestido típico de los panameños-, interpretó "Patria", del cantautor Rubén Blades, canción considerada el segundo himno de los panameños.

Ante un lleno total en el estadio con capacidad para 27 mil espectadores, además de Blades y Ender actuaron Rivera, el nicaragüense Luis Enrique y varios artistas locales.

"Nunca antes se había dado en nuestro país un evento deportivo de talla mundial", dijo el presidente del Comité Organizador, Edwin Cabrera, al exaltar los beneficios económicos y deportivos de ser anfitrión de esta competencia.

En su intervención, Fraccari reiteró su deseo porque esta disciplina vuelva a formar parte del programa olímpico y llamó a los equipos a dar su mejor esfuerzo porque "ahora vamos a jugar beisbol".

El Mundial será disputado, en el Grupo A, por Panamá, Canadá, Taiwán, Estados Unidos, Grecia, Holanda, Japón y Puerto Rico, y en el B por Alemania, Australia, Cuba, Italia, Corea del Sur, Nicaragua, República Dominicana y Venezuela.

El Grupo A jugará en el Rod Carew y en el estadio Remón Cantera de Aguadulce, 190 kilómetros al oeste de la capital, y el B en el Omar Torrijos de Santiago, 250 kilómetros al oeste, y el Rico Cedeño de Chitré, 250 kilómetros al suroeste.

Cuatro equipos de cada grupo avanzarán a una segunda fase que arrancará el 10 de octubre.

Para el Mundial, Estados Unidos llega con la meta de defender la corona conquistada hace dos años en Italia, mientras Cuba tratará de conquistar una Copa que le es evasiva desde hace dos torneos, cuando la perdió ante los estadounidenses.

Los organizadores del torneo prevén la asistencia de tres mil extranjeros a los estadios durante los próximos 15 días para asistir a los partidos del Mundial, con una derrama económica estimada en 5.4 millones de dólares.