En estos años de retiro obligado ha habido muchos rumores, pero el malagueño de nacimiento y sevillano de adopción los borra con una frase directa: "lo que he tenido ha sido un cáncer de testículos".
Ahora, recuperado, agradecido y sorprendido por la confianza de la discográfica y de su público, regresa con su tercer disco "Indomable", cuyo título es un alegato frente a la vida y la sociedad que "te intentan domar por muchos lados".
"No es rebeldía, el rebelde es más sin causa, y yo apuesto por no ir en contra de la sociedad sino por transformar cosas", explica a Efe Junior Miguez, para quien "es mucho más constructivo ser indomable que rebelde".
"El coco y los dedos era lo único que me funcionaba del cuerpo, así que al ordenador y a escribir", dice de su periodo de enfermedad, en el que compuso sus trece nuevos temas en un auténtico ejercicio de catarsis.
En "Monos", "Cuando te vi", "Duele", "Barrio Virgen" o "La Marsellaise" el rapero se desahoga, "saca toda la porquería y violencia" que lleva dentro y que salpica a sus detractores.
"No es que tenga necesidad de contestar, no busco enfrentamientos", dice Junior, quien en el pasado se vio afectado por las críticas de compañeros del gremio dentro de la esfera del rap, un género que -confiesa- utiliza como medio porque no sabe cantar.
Su identidad es el flamenco, un campo en el que sí se siente querido y por el que transita su nuevo trabajo, en el que se aleja de "experimentos de laboratorio" -más presentes en "El príncipe de los gatos" y "Niño Flama"- y recita sobre acordes de granadinas, de malagueñas, de soleás y de seguidillas.
También tienen peso en "Indomable" los ritmos latinos, señal del pincel de Nico Nocchi -creador de Orishas- en la producción y de la devoción del propio Junior por el jazz latino y por la música de Tito Puente, de Jerry Rivera, de Paquito D'Rivera y de toda la saga de Calle 54, enumera.
Y como presentación del álbum, el sencillo "Quiere verde", un "homenaje" a Lorca con música de Manzanita de este "loco suicida de la palabra" -se define- y "Nana del atardecer", primer corte del disco y tema que mejor define su sueño: "coger folclore y hacer narrativa".
Todas estas canciones, junto con otras extraídas de sus anteriores trabajos, serán las que puedan verse sobre el escenario en la gira que Junior ya empieza a diseñar y que será "una especie teatro musical" en el que sus coreografías se mezclarán con el universo del cineasta Tim Burton. "Junior, Tim Burton y Lorca. Un auténtico show loco", imagina el rapero entre risas.
Ahora, recuperado, agradecido y sorprendido por la confianza de la discográfica y de su público, regresa con su tercer disco "Indomable", cuyo título es un alegato frente a la vida y la sociedad que "te intentan domar por muchos lados".
"No es rebeldía, el rebelde es más sin causa, y yo apuesto por no ir en contra de la sociedad sino por transformar cosas", explica a Efe Junior Miguez, para quien "es mucho más constructivo ser indomable que rebelde".
"El coco y los dedos era lo único que me funcionaba del cuerpo, así que al ordenador y a escribir", dice de su periodo de enfermedad, en el que compuso sus trece nuevos temas en un auténtico ejercicio de catarsis.
En "Monos", "Cuando te vi", "Duele", "Barrio Virgen" o "La Marsellaise" el rapero se desahoga, "saca toda la porquería y violencia" que lleva dentro y que salpica a sus detractores.
"No es que tenga necesidad de contestar, no busco enfrentamientos", dice Junior, quien en el pasado se vio afectado por las críticas de compañeros del gremio dentro de la esfera del rap, un género que -confiesa- utiliza como medio porque no sabe cantar.
Su identidad es el flamenco, un campo en el que sí se siente querido y por el que transita su nuevo trabajo, en el que se aleja de "experimentos de laboratorio" -más presentes en "El príncipe de los gatos" y "Niño Flama"- y recita sobre acordes de granadinas, de malagueñas, de soleás y de seguidillas.
También tienen peso en "Indomable" los ritmos latinos, señal del pincel de Nico Nocchi -creador de Orishas- en la producción y de la devoción del propio Junior por el jazz latino y por la música de Tito Puente, de Jerry Rivera, de Paquito D'Rivera y de toda la saga de Calle 54, enumera.
Y como presentación del álbum, el sencillo "Quiere verde", un "homenaje" a Lorca con música de Manzanita de este "loco suicida de la palabra" -se define- y "Nana del atardecer", primer corte del disco y tema que mejor define su sueño: "coger folclore y hacer narrativa".
Todas estas canciones, junto con otras extraídas de sus anteriores trabajos, serán las que puedan verse sobre el escenario en la gira que Junior ya empieza a diseñar y que será "una especie teatro musical" en el que sus coreografías se mezclarán con el universo del cineasta Tim Burton. "Junior, Tim Burton y Lorca. Un auténtico show loco", imagina el rapero entre risas.
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