La amenaza de lluvia no impidió que miles se tomaran hoy la famosa Quinta Avenida en Nueva York para celebrar el Desfile Nacional Puertorriqueño, una cita a la que no faltaron los políticos en un año de elecciones municipales.
La edición 52 del Desfile sirvió además como plataforma para que legisladores puertorriqueños y otros activistas de la comunidad abogaran por la confirmación de Sonia Sotomayor como jueza del Tribunal Supremo, luciendo en su ropa una chapa con el nombre de "Sonia".
Entre el público no faltó un letrero con el mensaje de "es tiempo de que tengamos un juez en el Supremo" en alusión a la nominación de la jueza Sotomayor, de origen puertorriqueño y la primera latina, para ocupar un asiento en el más alto foro judicial del país.
Miles de banderas ondearon a lo largo de la avenida, adonde los boricuas comenzaron a llegar desde temprano para, como ocurre cada año, saludar a artistas, políticos, delegaciones de boricuas que viajan desde la isla y otros estados y de los que trabajan en diversas agencias gubernamentales, que desfilan este día.
Los puertorriqueños disfrutaron además de personajes de su folclor como los tradicionales vejigantes y los cabezudos de las Fiestas de la calle San Sebastián, en el Viejo San Juan.
Sin embargo, la crisis económica que vive el país tuvo también su efecto en el multitudinario evento, que este año vio reducido de 90 a 70 las carrozas, así como la participación de los artistas.
Pero, eso no detuvo a los miles de puertorriqueños de disfrutar con gran algarabía del día en que celebran sus aportes a esta ciudad, el hogar del mayor número de boricuas fuera de la isla, y que, con gran orgullo gritaron ¡Viva Puerto Rico! y bailaron al son de los ritmos folclóricos bomba y plena, así como de la salsa, merengue y el reguetón.
El desfile, que tenía como lema "celebrando nuestra música" y dedicado al municipio de Mayaguez, en el oeste de la isla y que llevó el mayor número de participantes, inició encabezado por el comité organizador, el presidente del Comité Olímpico de Puerto Rico, David Bernier y el salsero Víctor Manuelle, gran mariscal y rey, respectivamente.
También asistieron un contingente de políticos, liderados por el alcalde Michael Bloomberg, el gobernador David Paterson, el contralor municipal, Bill Thompson; el fiscal general del estado, Andrew Cuomo; la congresista Nydia Velázquez y la senadora Kirsten Gillibrand, que sustituyó a Hillary Clinton.
Los puertorriqueños son el grupo latino más numeroso en la ciudad y alrededor del 70 por ciento de los hispanos que votan en la Gran Manzana, algo que no pasa desapercibido para los políticos, sobre todo cuando hay elecciones el próximo noviembre.
Equipos de Bloomberg, que aspira este año como candidato independiente, y su contrincante demócrata por la alcaldía, Bill Thompson, distribuyeron propaganda política entre el público.
El gobernador Paterson no se quedó atrás y entró de lleno a hacer campaña por su reelección en 2010, en momentos en que sólo el 21 por ciento de los votantes tiene una opinión favorable de él.
A pesar de que los políticos fueron recibidos en medio de la gran algarabía, a juzgar por la euforia y aplausos, quienes captaron la mayor atención fueron el ex jugador Yankee y ahora guitarrista Bernie Williams y los salseros Víctor Manuelle y Jerry Rivera.
Otro que compartió este domingo con sus compatriotas fue el jugador de la NBA, Juan José Bernier (Mavericks), mientras muchos quedaron esperando por el boxeador Miguel Cotto, que anoche retuvo su cetro welter de la OMB en el Madison Square Garden.
Aunque los boricuas se han destacado tanto en la música como el deporte, el famoso trombonista Willie Colón, un icono de la salsa, aseguró que es en la música donde han tenido más relevancia.
"Cuando aquí no se permitía a un negro tocar con un blanco, iban a la isla a buscar a los puertorriqueños para tocar jazz", recordó con satisfacción.